Corria el año 1993 cuando mi papá me desperto de la siesta para mostrarme el nuevo integrante de la familia.
Un Televisor a color y encima con un comando a distancia.
Me pase toda la tarde mirando los dibujos animados y las mejores series del momento con una tremenda sonrisa de oreja a oreja. Ese día mis amigos no existían. Jajajaja
Que poca info podíamos guardar en los floppy disk pero que tan necesarios eran. Tenía mi escritorio repleto de varias cajas de estos, en la mayoria guardaba juegos. Era muy fana de los juegos.
Alabado sea las memorias flash de hoy en día con su capacidad de varios y cientos de GB.
Los programas de TV, mis muñequitos y mis tardes de siesta pasaron a segundo nivel cuando uno de mis hermanos llego a casa con un regalo sorpresa. Una consola Super Nintedo, y de regalo el Super Mario Bros. Ese mismo día se lleno mi casa con visitas de mi amiguitos de la cuadra. Me sentia un Rey...
Quien no conoce a este personaje no ha tenido infancia... días y días jugandole al Mario Bros intentando pasar la mayor cantidad de pantallas sin perder ni una sola vida. Todavia tengo en mi mente el sonido que hacia al agarrar las moneditas. Un tremendo juego que trascendió generaciones. Tengo hasta remeras de lls personajes entre otros accesorios.
No comprendía mucho el dialogo de Los Simpsons cuando los conocí, alla por 1991. Mas que nada me llamaban la atencion los colores. Me acompañaron durante mi infancia, adolescencia y hoy los sigo como vehemencia. No cambio por nada a esa loca familia.
Mi personajes favoritos fueron cambiando a medida q crecía, primero Bart, luego Homero.
Solo para llamadas!! no existían los mensajes de textos ni los mensajes multimedias. Solo se trataba de levantar el "tubo", llamar a tus amigos a su casa y rogar encontrarlos para organizar las salidas de los fines de semana.
Glorioso aquel que tenía telefono inlambrico para ir a cuchichear a su habitación.